Tesla está llevando las estrategias pioneras de Apple a la industria automotriz. Los consumidores están aprendiendo que eso no siempre es bueno.
SAN FRANCISCO – Tesla lanzó su paquete futurista «Full Self-Driving» el año pasado con gran fanfarria, críticas y el flujo habitual de videos subidos mostrando autos que aparentemente podrían conducirse solos.
Entonces sucedió algo extraño.
El gigante de los vehículos eléctricos revocó el acceso a algunos conductores, dijo. El CEO de Tesla, Elon Musk, anuncio en Twitter en marzo que algunos usuarios que habían recibido acceso a las funciones de asistencia al conductor más avanzadas de la compañía «no prestaron suficiente atención a la carretera». Tesla no dijo cómo tomó la determinación o quién de los 2,000 probadores beta de la función, quienes desembolsaron miles por el paquete que Tesla que tiene un precio no económico de $ 10,000, perdería el acceso.
Pero en Silicon Valley, la decisión reflejó una fórmula bien entendida: los consumidores son el sujeto y los gigantes tecnológicos tienen el control.
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