Los Gallos Blancos del Querétaro pagarán por la sangre regada el pasado sábado en el estadio de La Corregidora donde no rodara más el balón en el fútbol profesional. Este martes Mikel Arriola presidente de la Liga MX y el directivo de la Federación Mexicana Yon de Luisa buscarán la estrategia para desafiliar al equipo de Querétaro ante el hecho más violento registrado en la historia del fútbol mexicano. No hay ningún dueño hasta el momento que haya dicho que se deba salvar la actual directiva de los queretanos por el contrario la inmensa mayoría pide que se vayan del fútbol. Gabriel Solares quién se ostenta como dueño y presidente del Querétaro fue incapaz de tomar las medidas necesarias para contener a una de las barras más peligrosas del balompié nacional al contratar una empresa que reclutó a gente sin preparación y que no reaccionó ante el salvajismo qué se desató. La reunión del martes en las oficina de la federación en Toluca estado de México es solo para determinar qué hacer con la franquicia y el hueco que dejara en la Liga MX.
