Dice el refrán que el mexicano nace donde quiere, pero un habitante de Chihuahua es, ante todo, por su habla y quehacer: un Chihuahuólogo.
Es así como una empresa de origen chihuahuense celebra su existencia en el estado que lo mismo padece un calor extremo cercano a los 50 grados que tiembla de frío ante menos 26 grados, pero no se raja ni se arredra.
Al retrato que hace Bankaool de los chihuahuenses campeones mundiales de la resiliencia se suman también, a través de las benditas redes, los mexicanos de fuera del estado y del país que venció al desierto por «sus huevos» y porque se sabe Chihuahuólogo.
Los internautas de todas las edades empatizan con el término acuñado el siglo pasada por el autor de Chihuahua, país bárbaro y le aderezan a sus mensajes fotos y frases que reflejan el valor, la chispa y hasta el delicioso hablar con el que se arrastran las «ches» de chilaca a ocho ochenta.
La irrupción de esta campaña que disrrumpe con algo tan simple pero tan profundo como la identidad chihuahuense representa toda una hazaña sólo lograda por un auténtico Chihuahuólogo.
