“Me negaron la visa de Estados Unidos ocho veces… y terminé creando una de las apps más usadas en todo el mundo.”
Mi nombre es Eric Yuan y crecí en China, en una ciudad minera. Desde joven soñaba con la tecnología, pero más que eso, soñaba con acercar a las personas a través de ella. Vi a mi novia (hoy mi esposa) solo dos veces al año por la distancia, y me dije: algún día haré algo para que la gente no tenga que sentirse tan lejos.
Quería ir a Silicon Valley, pero me rechazaron la visa no una… sino ocho veces seguidas. Muchos se habrían rendido, pero yo no. Estudié inglés, seguí programando y soñando. Al final, en el noveno intento, me la aprobaron. Comencé como ingeniero en WebEx y luego en Cisco. Pero notaba que las reuniones virtuales eran pesadas, lentas, incómodas. Nadie me escuchó cuando propuse mejorarlas… así que renuncié y empecé desde cero. Casi nadie creyó en mí… excepto 40 ingenieros que apostaron todo por mi visión.
Así nació Zoom. Y al principio… nadie quería invertir. Me decían que el mercado estaba saturado. Pero seguimos. Día y noche, testeando, escuchando usuarios, corrigiendo. En 2020, el mundo se paralizó… y Zoom se volvió la plataforma que unió escuelas, familias, empresas y corazones. Pero detrás de ese “clic para unirse”, hubo años de puertas cerradas, sacrificios y fe.
“Que te digan que no… no significa que no valgas. A veces, lo único que separa un sueño de una realidad global… es una persona que insiste más que el resto.”
– Eric Yuan