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    Ya es ley: Hidalgo se convierte en el tercer estado en despenalizar el aborto en México

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    Con información de LadoB y Pie de Página

    Texto: María Ruiz y Áxel Chávez / Fotos: Di Ramona

    Pasaron once años, cuatro legislaturas, un rechazo previo en el pleno y la exigencia constante de colectivas feministas, para que el Congreso de Hidalgo aprobara la ley que permite la interrupción legal del embarazo (ILE) hasta las 12 semanas de gestación.

    Se trata de una iniciativa que, afirman las activistas, protegerá los derechos de víctimas de abuso sexual y dará a las mujeres, niñas, adolescentes y otras personas con capacidad gestante la posibilidad de decidir libremente sobre sus cuerpos. 

    La propuesta de la diputada Roxana Montealegre fue aprobada y celebrada por las integrantes de Marea Verde.

    Montealegre avisó el domingo que subiría la iniciativa al Congreso, el lunes se leyó el dictamen. Esta noticia fue recibida con dudas por parte de las activistas que llevan años luchando por este derecho de las mujeres y personas gestantes después de que en 2019 se presentaron tres iniciativas y ninguna fue aprobada.

    Pero las dudas no restaron la organización. Las activistas se movilizaron en redes y para cuando pasó en comisiones decidieron hacerse presentes en el Congreso. Alrededor de 50 mujeres llegaron a las siete de la noche del martes y realizaron una velada verde. Colocaron una carpa, un proyector y transmitieron documentales. Dieciséis pasaron la noche frente al recinto a la espera de los diputados, quienes fueron llegando a partir de las seis de la mañana.

    La sesión se realizó a puerta cerrada. Afuera, las mujeres seguían la transmisión en vivo desde el campamento que montaron. La celebración llegó cuando consiguieron los votos necesarios para reformar los artículos 154, 155, 156, 157, 158 del código penal de Hidalgo, al igual que diversas disposiciones de la ley de salud. 

    La despenalización del aborto entrará en vigor al día siguiente de la publicación del decreto en el Periódico Oficial del estado de Hidalgo.

    En el dictamen se establece, entre otras cosas, que el gobierno local tendrá la responsabilidad de prestar y supervisar la interrupción del embarazo en el plazo permitido, sin ningún tipo de penalización. 

    Asimismo que el personal médico tendrá el derecho a argumentar una objeción de conciencia y a excusarse de realizar la intervención, aunque deberá referir a la mujer con un compañero o compañera no objetor para que realice el procedimiento. 

    El dictamen —rechazado por esta misma legislatura en diciembre de 2019—, fue aprobado ayer 29 de junio en la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, y turnado hoy a pleno. Durante una sesión en la que las y los diputados confrontaron sus posturas, la propuesta fue validada con 16 votos a favor; además, hubo una abstención y no participaron 11 legisladores más que se encontraban en el recinto.  

    Con esto, Hidalgo se convirtió en el tercer estado del país en despenalizar el aborto hasta las 12 semanas sin importar las causas, ya que solo la Ciudad de México y Oaxaca permitían legalmente esta práctica.    

    Anteriormente, según lo que establecía el artículo 158 del Código Penal de Hidalgo, solo era considerado legal al ser producto de una violación, y si se comprobaba la comisión del delito y era autorizado por el ministerio público o un juez. Activistas manifestaron que, en estos casos, las víctimas no siempre fueron respaldadas por las autoridades, aunque tuvieran el derecho de interrumpir su embarazo. 

    El aborto tampoco era punible cuando la mujer corría un grave peligro en su salud y por malformaciones genéticas del producto. El artículo 155 especificaba que una interrupción que no cumpliera con las causales establecidas sería sancionada con uno a tres años de prisión.  

    Previo a la votación en 2019, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) envió al Congreso una Opinión Técnico-Jurídica en la que afirmó que el embrión de 12 semanas no es capaz de experimentar dolor ni ninguna otra percepción sensorial, y mucho menos de sufrir y gozar. 

    “A las 12 semanas el desarrollo, el cerebro está en sus etapas iniciales y no se ha desarrollado la corteza cerebral ni se han establecido las conexiones nerviosas hacia esa región, que son indispensables para que puedan existir las sensaciones”, dice el oficio PGJEH-01/DG/267/2019, que incluye posturas asumidas por grupos a favor de la despenalización.  

    Incluyó también el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con relación al aborto en la sentencia al amparo en revisión 1388/2015, emitido el 15 de mayo de 2019 a favor de Margarita, a quien el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre en la Ciudad de México le negó el acceso a la interrupción de su embarazo, a pesar de que este podía causarle complicaciones diabéticas e hipertensivas que podían conducir a su muerte. 

    Aunado a ello, la Corte, en sesión del 6 de agosto de 2019, avaló la Norma Oficial Mexicana (NOM) 046-SSA2-2005 que ordena a todos los hospitales públicos interrumpir los embarazos resultados de violación, sin necesidad de que la víctima presente denuncia ante el Ministerio Público. 

    Sigue un arduo camino

    Elsa Ángeles, integrante de Marea Verde Mx en Hidalgo, ha seguido la lucha por el derecho al aborto durante años, desde la despenalización en Ciudad de México en 2007. Ella ve que lo conseguido este miércoles es sólo una primera parte:

    “Cuando no camina una despenalización legal con una social, hay mucha desinformación. Viene un proceso muy complicado en Hidalgo, casi todos los municipios son indígenas, son comunidades muy chiquitas entre distancias largas. Tenemos pobreza muy alta, una economía bajísima, no tenemos industria, los jóvenes tienen universidades pero no dónde ejercer… a lo que voy es que operar la despenalizacion del aborto en este contexto es muy complicado. Se necesitan protocolos, una capacitación muy fuerte con perspectiva de derechos humanos al personal médico, llevar la información con traductores a las poblaciones indígenas, Esa labor no la va a dar el gobierno, la tienen que dar las colectivas. Llevarlo a la realidad implica mucho trabajo político, social e ir a contracorriente”, vislumbra. 

    A Ángeles también le preocupa el contexto de su estado en temas como los médicos objetores de conciencia:

    “¿Qué va a pasar con una joven indígena que viaje tres horas para que cuando llegue un médico no le realice el aborto por la cláusula de objecion de conciencia? Estamos hablando de municipios complejos. Estoy muy contenta, lloré de alegría, pero a los 3 minutos ya estaba preocupada” comparte. 

    Daniela Téllez, de la organización Di Ramona, coincide con Elsa Ángeles: lo que sigue es un arduo camino con mucho trabajo para la sociedad civil:

    “Toca hacer ruido por todos lados. Que todas las mujeres en Hidalgo sepan que es legal, que está disponible el servicio, hasta qué fecha pueden acceder a este derecho, cuál es el procedimiento para hacerlo… que todas las personas lo sepan en cada uno de los municipios. Si bien es una tarea que le corresponde al Estado, dar forma a estas estrategias de comunicación para que este servicio pueda ser recibido, sabemos que desde la sociedad civil tendremos que hacer un empuje muy importante para generar las condiciones óptimas para que esto avance. Tenemos expectativas de que uniéndonos, articulando, articular no solo en distintos territorios del estado sino entre diversas disciplinas, con abogados, profesionales de la salud, personas en la educación, etcétera., hay que empujar, como una bolita de nieve, para que vaya avanzando. 

    *Este es un fragmento de la nota compilada por redacción de Raíchali y que contiene información de Pie de Página y LadoB, integrantes de la Alianza de Medios de Periodistas de a Pie. Sigue este enlace para leer la publicación, así como las publicaciones originales.

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